El dilema de la maternidad

Soy madre trabajadora de 4 hijos, el primero lo tuve a los 27, mi madre lloró como una posesa, me dijo “acabas de tirar tu carrera por la borda, no tienes ni idea de lo que has hecho” que maja mi madre eh….el segundo, vino rápido también, hasta aquí más o menos bien, cubría mis expectativas, dos niños, pim pam, trabajo más o menos estable en una multinacional farmacéutica, el tercero vino sin avisar, el muy cabrito…. por poco me da un infarto, ¿cómo que embarazada? fui pitando al ginecólogo a ver si era un “falso positivo”, mi segundo hijo tenía 6 meses…me llegó en un mal momento laboral y por tanto personal, no me lo podía creer. Mi ginecólogo de siempre, y me dió dos consejos: “Chata donde comen 2 comen 3” y el segundo “o bajas el ritmo o este niño no llegará a buen puerto” se me quedó grabado a fuego, buf que dilema….¿bajar el ritmo? ¿yo? con lo que estaba costando… Nota: mi segundo hijo nació con los pulmones inmaduros, desde la semana 30 estuve con contracciones, diagnóstico del médico “estrés laboral como una catedral”.

Con el tercer embarazo cambié de vida a la fuerza, conseguí un proyecto con una empresa Israelí de cosmética, era mi sueño meterme en cosmética, así que en parte estaba contenta, lo ví como una oportunidad. Conseguí un contrato a 5 años, podía trabajar desde casa, las cosas iban bien, podía compaginar un trabajo internacional con cierta tranquilidad familiar.

PROBLEMA: no me sentía nada realizada, me estresaba trabajar desde casa, una vez durante una teleconferencia, Nico tenía 1 ó 2 semanas, no paró de llorar en toda la reunión, al acabar me dijeron “¡come on, show us your baby!” me morí de vergüenza…la sensación de hacerlo todo mal me invadió permamentemente….no tener equipo, no poder ponerme el traje (mi capa anti impostora) por las mañanas me estresaba mucho, me sentía mala madre y mala profesional…. 

Al poco de nacer mi tercer hijo me llamó una Head Hunter, me dijo que tenía una posición en una empresa de Cosmética que podía interesarme,  el problema es que estaban muy lejos de cubrir mis expectativas salariales, pero tenía tantas ganas que conseguí llegar a un acuerdo con ellos. Os aseguro que practicamente nadie de mi entorno apoyó la decisión: “pudiendo trabajar desde casa con 3 niños de: 3 años, 19 meses y 3 meses te vas a la multinacional y encima ganando menos, ¿es una broma no?”. Pues no, no lo es. 

Datos

El pasado miércoles salió publicado el Informe España 2018, el diario el País recogió la notícia con el siguiente titular: 

Lo más demoledor estaba en el interior  “Del total de nacimientos que tuvieron lugar este último año, más del 30% correspondieron a mujeres de 35 o más años y casi el 7% a mujeres de 40 o más años”. 

El informe recoge que “el aplazamiento de tener el primer hijo se empezó a producir entre las mujeres con un mayor nivel educativo y mayor potencial de ingresos….las mujeres con estudios universitarios presentan una maternidad más tardía”.

Vale muy bien, ¿pero entonces en qué quedamos?

a) ¿no tenemos hijos por qué tenemos que estudiar?

b) ¿no tenemos hijos por qué no nos lo podemos permitir?

c) no tenemos hijos porqué antes quiero: estabilidad laboral, un piso molón, y dinerito para poder hacerle una habitación bien conjuntada que quede guay en mi post de IG.

La opción d sería “no tengo pareja”, pero esto en los tiempos que corren casi que ¡no aplica! 🙂

Si hacemos el cuento de la vieja: Si asumimos que más o menos eres espabilada: por mucho que te gustasen las fiestas de la facultad (a mi me gustaban mucho mucho…) has acabado tu licenciatura a los 22-23 años, si has estudiado una carrera más larga como medicina, pues le echas un par de años más, después la residencia, o el master o el doctorado, o lo que más rabia te de…resultado total 28 años. Vamos que según mis cálculos así rapiditos a los 28 estás más que “apta” para poder tener tu primer hijo, y ¿entonces? ¿el gap hasta los 35? o peor, hasta los 40 (el 7% de las madres primerizas del 2018 según el informe España).

Mi opinión “a calzón quitado” como dicen por ahí…NOS DA PÁNICO, lo queremos todo perfecto antes de la llegada de nuestro primer hijo: el novio perfecto, el trabajo perfecto, la casa perfecta…y la perfección no existe…

¿Cuándo es el mejor momento para tener hijos?

Hemos contactado con una ginecóloga experta en reproducción asistida para que nos arroje un pco de luz científica en el asunto…

Según la Dra Sol Weil Salinas, ginecóloga especialista en reproducción asistida de la clínica Eugin .

La mejor edad fértil de una mujer está entre los 20 y los 30 años. A partir de aquí la fertilidad femenina empieza a disminuir lentamente.

De los 35 en adelante la curva fértil cae de manera más marcada, cayendo en picado a partir de los 40, no solamente por la cantidad de los óvulos, sino también por la baja “calidad” de los mismos

Además añade “la baja calidad de los óvulos aumenta la posibilidad de abortar espontáneamente”.

Bueno, pero por suerte la ciencia ha avanzado y tenemos la opción de poder preservar nuestros óvulos, si ahora no tenemos pareja o no tenemos del todo claro que queramos ser madres, la pregunta clave:

¿cuál es la mejor edad para congelar nuestros óvulos?

La Dra Weil responde “se aconseja preservar la fertilidad cuando la reserva ovárica es buena, por tanto, antes de los 35. Una vez crioconservados los óvulos pueden permanecer así por muchos años, pero hay que tener en cuenta que su supervivencia es del 85-90% tras la descongelación, es decir, de cada 10 óvulos sobrevivirán unos 8-9″.

la buena notícia que nos da la Dra Weil ” es que las tasas de fecundación son similares a las de los ovocitos en fresco (no criopreservados) y no hay estipulado un máximo de ciclos que se quieran hacer. De hecho se aconseja congelar como mínimo 9 MII óvulos (9 óvulos maduros) acientes lo consiguen con un solo ciclo y otras necesitan más, depende de nuevo de la edad. A mayor edad será necesario criopreservar más óvulos.”

Esta opción es válida para poder “aplazar” nuestra maternidad, pero desde luego que nuestro objetivo debe ser que la sociedad, las empresas, los gobiernos nos ayuden a ser madres cuando nuestra edad biológica es la óptima, porqué está muy bien que haya empresas como Facebook y Google paguen la congelación de óvulos a sus empleadas, pero ojo es una arma de doble filo…

Los países nórdicos nos llevan la delantera en lo que se refiere a conciliación, incluso en Suecia han conseguido aumentar la tasa de natalidad con políticas que incentivan la conciliación. Ese debe ser nuestro objetivo y no mejorar la ciencia para “aparcar” la maternidad.

Mis 3 consejos si quieres ser madre sin renunciar a tu carrera profesional.

1. Integra al niño en tu vida y no viceversa:  La etapa de mayor fertilidad coincide en muchas ocasiones con nuestro “despegue” profesional, así que aunque bajes un poco el ritmo durante una época, es importante que continues con tus planes, que los adaptes a tu nueva situación, pero no los aparques demasiado sino la pereza se hará dueña de tus decisiones…. Por ejemplo, si tenías pensado hacer un master ¡házlo!, tanto si te pilla embarazada como si te coge después de dar a luz, el objetivo desde luego es que tu pareja se comprometa y podáis compartir las tareas durante esa época. 
2. No dejes de cuidarte por dentro y por fuera: si te gusta correr, ¡corre!, si te gusta el yoga pues ¡sigue haciendo yoga!, hay yoga para embarazadas. Si adoras ir a cenar con tus amigas, ¡pacta con tu pareja!, una vez a la semana o cada 15 días tener ese espacio para ti.  Además los cambios físicos son evidentes, y a veces recuperarse nos cuesta más de lo que pensamos; cuidarse, darse masajes drenantes, nadar etc te hará sentir mejor, durante el embarazo y después. ¡Ponlo en tu agenda
3. Trabaja por objetivos: las empresas deben estar orientadas a las “entregas”, a trabajar por objetivos, a mi como Directora no me interesa tener a alguien que “calienta la silla 8 horas” pero no cumple los obejtivos, quiero personas muy “orientadas al objetivo” que sepan “trabajar en equipo” comprometidas con la visión de la empresa, ¿esto significa hacer más horas que un reloj? No, en absoluto. Esto quiere decir ser responsable, ser autónomo, conocer los deadlines, ser proactivo, tomar riesgos y ser capaz uno mismo de distinguir lo urgente de lo prioritario. Horarios europeos y políticas laborales de homeoffice  son necesarias para ayudar en la conciliación, si en tu empresa no lo contemplan proponlo o planteate un cambio.

Muy personal: 

Mi experiencia me dice que por desgracia tener hijos nos perjudica profesionalmente, tienes un “parón” inevitable, en mayor o menor medida siempre afecta. La cuestión es mantenerte firme en tus objetivos a largo plazo, no cambies tus planes, adáptalos en espacio y tiempo.

El ejemplo de Serena Williams me parece extremos pero muy gráfico sobnre el efecto de la maternidad. Era la número 1 del mundo, y una hija y 14 meses después estaba en el puesto 453, ¡seguro que se le hizo un mundo!

Tu carrera profesional es más bien como un “maratón”, así que la buena notícia es que puedes revertir el parón ¡coger “carrerilla”!, es decir, no te pongas nerviosa…la baja maternal es necesaria, pero si estás en la empresa privada y tienes un cargo de responsabilidad probablemente te provoque cierta “angustia”.

Mi consejo take it easy, haz lo que a ti te haga sentir mejor, no es malo estar conectada, o combinar la baja maternal con cierta actividad profesional, tú y solo tú conoces tus circunstancias.

¡Si quieres ser madre go for it!

Déjanos tus comentarios. 🙂