Mis retos del 2020

Cuando era pequeña soñaba con llegar al año 2000, porqué era el año en el que cumpliría 20 años, y durante toda la adolescencia mis amigas y yo fantaseábamos con lo que haríamos a los 20; que estudiaríamos, ¿tendríamos ya el primer novio?. 😛

El problema es que como siempre he sido un poco corta de miras jamás pensé en llegar al 2020, ¡Dios mío el 2020! no entraba en mis planes la verdad…y ahora pues bueno, por suerte he llegado hasta aquí, y como sois muy listos ya habréis deducido que…en lugar de 20 años ¡este año me tocan 40!. Se supone que ya debería ser adulta, madura, y sobre todo tener los objetivos de mi vida claros…bueno pues vamos a empezar por lo más fácil y lo que me habéis pedido por aclamación popular: Mis retos para este 2020. 🙂

Reto número 1: Ser más valiente.

Os imagináis que a Messi cuando le llegase la pelota se pusiera a analizar las posibilidades que tiene ¿de meterla o hacer un buen pase? pues no, Messi chuta chuta chuta y vuelve a chutar, siempre pide la bola, Messi se equivoca, poco pero se equivoca…él es probablemente el mejor jugador del mundo, pero Messi es valiente, muy valiente, y se la juega, siempre que puede pide la bola y chuta, ¿creéis que no sufre?, esas milésimas de segundo mientras la bola vuela a él se le hacen eternas, no sabe si irá a parar al equipo contrario o entrará en portería.

Messi es valiente y chuta, no tiene miedo de su estatus, no tiene miedo a equivocarse ni de que pensarán si no entra. La bola hay que pedirla, la bola hay que querer jugarla, hay que ser valiente y chutar todas las veces que una pueda, él es el mejor porqué se lo ha trabajado, pero si no fuese valiente en los partidos no sería Messi.

Messi es un ejemplo extremo, evidentemente, pero si lo pensáis bien algo muy parecido nos pasa a todos. Hay un binomio lógico que me enseñó mi profesor de marketing, Carles Torrecilla el primer dia de clase: el binomio riesgo-rentabilidad; a mayor riesgo mayor rentabilidad, y viceversa, hay proyectos arriesgados, pero si ganas, ganas mucho, no solamente económicamente, sino también en aprendizaje, ¿y si pierdo? pues eso que te llevas, eso que has aprendido, en Estados Unidos no se contempla a un profesional que no haya fallado alguna vez porqué se entiende que no tiene coraje, que no tiene una de las características más buscadas por las empresas; entrepreneurship, o lo que es lo mismo, emprendeduría, que suena menos guay pero es lo mismo: la valentía de liderar y llevar a cabo un proyecto por voluntad propia.

Las mujeres por naturaleza genética solemos ser más analíticas, y ojo porqué nos puede pasar que perdamos oportunidades brutales tanto personales como profesionales, por culpa de entrar en “parálisis por análisis…”.

El éxito definido por Marc Correa, profesor y vicedecano de los programas de Executive Education de ESADE Business School, lo explica en el siguiente gráfico;

El éxito viene definido por la capacidad que tenemos de cambiar de proyecto en el tiempo, eso implica salir de nuestra zona de confort, o lo que es lo mismo: ser valientes….Marc nos cuenta que hay que cambiar cuando estamos bien, la gráfica azul todavía está de subida, estamos en nuestro mejor momento, ese en el que te empiezas a permitir alguna tarde libre para ir a jugar al pádel porque ya lo tienes todo controlado…pues no ¡error!, ahí justo es cuando te la tienes que jugar, tienes que salir de tu zona de confort y saltar al siguiente escalón, ¿que si tiene riesgos? si un montón….si saltas antes de tiempo, upps pues no había línea, ¡te has precipitado melón! y si saltas cuando ya estás en obsolescencia pues también la has liado…pero seguro que pase lo que pase aprendes del proceso, el éxito es jugársela, ser valiente y ¡saltar!.

Nota 1: ser valiente no es ser osado…para ser valiente hay que conocer los riesgos y asumirlos, ser osado es hacer el idiota…no se trata de saltar al vacío, se trata de asumir riesgos conocidos.

Reto número 2: Aprender a decir no con asertividad.

Empecemos por lo más fácil, ¿qué es la asertividad?

La asertividad es una habilidad social y comunicativa que consiste en conocer los propios derechos y defenderlos, respetando a los demás;

wikipedia.

Pues yo muchas veces carezco de asertividad, lo primero es reconocerlo :). Como todavía no tenemos el don de la ubicuidad y nuestra energía no es infinita, muchas veces toca decir “no, lo siento no puedo….” todos recibimos muchas peticiones de colaboración, invitaciones, y propuestas de todo tipo, y evidentemente a todas no se puede decir que sí, aquí si hay que dedicarle un tiempo de análisis, como mínimo hacer una lista de PROS y CONTRAS. Si es una propuesta profesional ojo no te lies con la rentabilidad, a veces el beneficio no tiene que ser puramente económico, no todas las transacciones deben ser mercantiles, a veces aportan otras cosas como posicionamiento personal, o le estás haciendo un favor a alguien que aprecias, o bien simplemente te apetece participar y punto.

Pero…Ay amig@ pero y cuando toca decir ¡¿NO?!. A mi me da un palo que me muero y siempre tengo la sensación de hacerlo mal…aquí hay dos supuestos;

1. Mis hijos, algunos niños tienen tendencia a pedir pedir pedir y seguir pidiendo, yo tengo uno de esos…es Luisito, es muy divertido y creativo pero agota la paciencia de un Santo, además es hiperactivo (diagnosticado) así que día si y día también, mi respuesta suele ser “Luisito no porqué yo lo digo y punto pelota…” se lo podría explicar un poco más, o negociar o tal vez incluso hacerle un plan de objetivos con recompensas pero no lo hago, porqué cuando llego a verle a él mi paciencia, mi autocontrol está ya agotado, lo he consumido en mi horario laboral. El autocontrol tiene un límite, así que hay que buscar estrategias para que no sean siempre los mismos los que reciben el ¡NO! de malas maneras, ya que eso es lo que Luisito aprenderá y replicará en su vida, y yo no quiero eso…
2. Relaciones profesionales, aquí hay muchos supuestos; peticiones del equipo, de un cliente, de tus jefes…es difícil decir que no a esta última :), pero por ejemplo a veces pasa que si trabajas de manera muy autónoma de repente te piden algo en una fecha que no tienes disponible la puedes liar si no sabes contestar bien…no hay nada más cobarde y poco profesional que no dar la cara.

Mi estrategia para mejorar mi asertividad; tiempo y metología.

1.- Tiempo: tenemos la mala costumbre de esperar una respuesta inmediata, y no solamente no es necesario sino que a veces es contraproducente, nadie te lo pide, el email no va a desaparecer de tu bandeja de entrada, y si ha sido una llamada pues le agradeces la propuesta y haber pensado en ti, pero que le puedes decir que lo tienes que mirar y le contestas, pregunta si hay una fecha límite y listos. Lo malo son los whatsApp o las redes sociales, se supone que si estás conectado tienes que contestar de inmediato, pues no…Cuando lo hayas pensado, consultado con la almohada, en mi caso lo pienso mientras voy a correr, es cuando se me aclaran las ideas (casi siempre…). Cuando lo tengas claro y estés segur@ contestas educadamente. El tiempo será tu mejor consejero.

2.- Metodología: establece normas, si hay peticiones que se repiten pon orden, es decir, prepara una respuesta que puedas más o menos adaptar, y un documento de aprobación de peticiones, y pon una fecha semanal o mensual para aprobar las peticiones, cuanto más grande sea tu equipo más propuestas habrá, y desde luego eso es bueno, pero si no pones orden y metodología puedes volverte loca, en mi caso las aprobaciones las haremos los lunes y con un mes de antelación mínimo. En el caso de colaboraciones profesionales externas, puedes preparar un documento con las condiciones de manera que cuando te vayan a pedir algo ya hayas interiorizado cuales son las reglas, de buen rollo, porque el tiempo de todos es limitado y como todo en la vida hay que saber escoger y priorizar.

Reto número 3: Leer más y apuntar lo que me gusta.

Nunca he sido una gran lectora, pero si que leo todo lo que cae en mis manos, puede sonar raro pero me explico….soy lectora en diagonal, eso tiene riesgos y beneficios, si tienes un buen día pillas las ideas al vuelo, y las puedes aplicar rápidamente, pero si estás a mil cosas no te enteras de nada y has perdido el tiempo y el dinero…

Hay libros que enganchan más que otros, pero todos aportan algo, también hay páginas web y blogs que te actualizan sobre los temas que más te interesan, yo siempre lo digo y el mi lema “no dejes de formarte” es de perogrullo, pero somos vagos y estamos cansados al llegar a casa…fijaos que dicen las estadísticas:

En España estamos 5 horas y 18 minutos diarios conectados a Internet a través de cualquier dispositivo. A las redes sociales les dedicamos 1 hora y 39 minutos, mientras que pasamos casi 3 horas delante de la TV, ya sea tradicional, en streaming o a la carta. La música es lo que menos tiempo nos ocupa, pues a escucharla en streaming sólo le dedicamos 42 minutos diarios.

Datos de Hootsuite, la plataforma de gestión de redes sociales más utilizada,
y We Are Social

y pensarás “que va yo no tanto…” ¿no tanto?, te propongo que mires el tiempo de uso en tu móvil, en el caso del Iphone te detalla exactamente el tiempo que le dedicas a cada actividad, incluso puedes ponerle “límite de uso”.

Mi estrategia para el reto 3:

Robarle tiempo al tiempo, es decir, esa 1:30h que le dedico a las redes sociales, vamos a poner por caso que necesito 30 minutos al día como mínimo por mi trabajo, pero ¿y el resto?, el resto es cotilleo puro señores…

Siendo realista me veo capaz de ponerle un límite a las redes sociales de 1 hora al día, y los otros 30 min tengo de sobra para hacer lo siguiente:

• Leer 1 artículo al día de Havard Business Review (la suscripción son 14€ al mes y tienes artículos de todo y de paso ¡en inglés!)
• Leer alguno de los libros que tengo a medias:
  • On Women and Leadership de HBR
  • Positivity de B. Fredrickson
  • 21 lecciones para el siglo XXI de Harari Yugal
• Ver una charla TED; de liderazgo, de belleza, de gestión…hay para dar y regalar.
• Llevar una libreta o incluso en tu móvil tienes un “block de notas” virtual en el que puedes ir apuntando aquello que más te llama la atención.
• Ideas de negocio que se te ocurren y parecen imposibles, investiga sobre ello, lee… etc

Mi primer “TO DO” en este reto será leerme “Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes” . Espero tener suerte y que mi querido Rey Baltasar me lo deje bajo el árbol esta noche.;P

Last but not least...mi último reto para este 2020:

Seguir siendo auténtica.

Como dice Agrado en la película de Todo sobre mi madre de Almodóvar; “Cuesta mucho ser auténtica señora, y en esas cosas no hay que ser rácana, porque una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma”.

Os deseo el mejor 2020 posible y seguid persiguiendo vuestros sueños, con mucho empeño y alegría. 🙂

¡Déjanos tu comentario!

Woman&Business.